viernes, 30 de abril de 2010

Feliz Día del Niño... mexicano


Al parecer todo empezó hace unos 40 años; wikipedia.org nos dice que en 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño y sugirió a los gobiernos estatales que celebraran dicho Día en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente (30 de abril para México, por supuesto). La ONU celebra dicho día el 20 de noviembre, en conmemoración a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.

Las fiestas, los dulces, los regalos, son detalles que los pequeños aprecian, pero no sólo por un día. Los juegos que realizan con sus padres hacen un verdadero día del niño todos los días, y en guiasparapadres.com encontramos un artículo con reflexiones y sugerencias que atajan este tema:

Juego y diversión entre padre e hijo

Sin duda, los niños aprenden continuamente, especialmente cuando juegan. Aprender y jugar con los niños puede ser divertido, fácil y entretenido para los padres. ¡Conoce cómo divertirte con tus hijos!

Psic. Celia Palacios Suárez y Psic. Ana María Baltazar Ramos*


Muchas veces los padres (varones) se quejan de que sus hijos no los toman en cuenta para interactuar con ellos o incluso para tomar decisiones. Sólo se acuerdan y se acercan para pedir dinero y, en algunas ocasiones, permisos para ir a alguna fiesta, sobre todo, si piensan llegar muy tarde. Puede ser también que se pregunten por qué sus hijas no les cuentan nada y le tienen más confianza a mamá. Quizá no saben cómo comunicarse con sus hijos, cómo decirles que el novio o novia no les conviene o que la ropa que usan no les va bien.

Estas preguntas son comunes cuando el padre no se involucra en la crianza y educación de sus hijos y sólo se entera de sus logros al conversar con su esposa, por la noche, ya cuando los niños están dormidos. Los fines de semana, pide que no lo molesten porque después de una semana de tanto trabajo se siente cansado y prefiere descansar. Pocas veces, muestra su afecto con un beso, alguna caricia o platicando y jugando con ellos. Pareciera que jugar con los hijos está vedado y que el ser cariñoso es cursi.

Por fortuna, actualmente las cosas van cambiando, pues a los padres ya no sólo se les da el papel de juez o aplicador de castigos con el típico: “ya verás cuando llegue tu papá”. En muchos hogares la madre ya no es la única que atiende, juega y dedica tiempo a sus hijos.

Es importante que quien esté a cargo de los niños, ya sea papá o mamá, se haga responsable y les dedique tiempo; y cuando el otro (especialmente el papá) se integre, es preciso hacer más amplio el grupo de juego, de entretenimiento, de sana convivencia y que no se le vea como alguien que llega a poner el orden. De lo contrario, se pueden perder la oportunidad de divertirse y disfrutar con los hijos. Recuerden que el único momento para disfrutar a sus hijos es éste… después puede ser demasiado tarde, pues los intereses cambian, se van independizando y ya no habrá más qué hacer.

Es importante que los padres (varones) jueguen con sus hijos e hijas, afianzando con ello su autoestima y rol social, pues a la vez que se afianza el cariño por papá y mamá, aprenden que los hombres y las mujeres pueden hacer las mismas cosas como cuidar a los hijos o manejar, cuando juegan con las muñecas o con los carritos.

Importancia del juego

Para involucrarse e interesarse en la educación de los hijos, para sentirse querido y valorado es importante saber que el juego es esencial a lo largo de todo el desarrollo de los pequeños. El bebé empieza a interesarse por su medio ambiente a partir del tercer mes de edad y desde entonces está dispuesto a jugar con sus padres. El continuo movimiento de sus brazos y piernas le permiten descubrir situaciones interesantes que después empieza a repetir, como cuando bota sus cobijas o provoca un sonido, tal vez en un sonajero que pende de su cuna. Poco a poco sus movimientos se afinarán y sus padres encontrarán un sin número de situaciones que les permitan interactuar y jugar con él. Como cuando le ponen una mantita sobre su cara para que él mismo se la retire o, bien, le esconden un juguete que sorpresivamente aparecerá, le ofrecen un objeto que cada vez que lo tiene en sus manos lo vuelve a aventar o le hacen caras chistosas que le provocan carcajadas.

Más adelante empezará a interesarse por los objetos y cosas que le rodean, particularmente cuando empieza a gatear y caminar. Es el momento de retirar de su alcance todo tipo de cosas peligrosas para que pueda moverse y explorar con seguridad y libertad. Sin embargo, aunque hay que respetar su autonomía, es conveniente e importante que los padres dediquen momentos especiales para jugar con él.

A través del juego, el pequeño va adquiriendo una serie de conocimientos como la consistencia de los objetos, los colores, las formas. Pero el juego no sólo es para que el niño aprenda y conozca del medio que le rodea, sino también es una forma de interacción con las personas con quienes convive, ya sean otros niños o adultos, entre los cuales es de especial importancia la participación de los padres.

Con el juego padres e hijos establecen y fortalecen sus lazos de amor, al tiempo que el hijo desarrolla una imagen de sí mismo y sentimientos de seguridad ante el mundo. Un niño que se sabe querido y apoyado por sus padres, se integrará de manera más fácil al medio social al que pertenece y podrá establecer relaciones de camaradería, amistad y solidaridad con sus compañeros.

Para lograrlo, es importante atender sus necesidades e intereses. Es cierto que en la actualidad les llama mucho la atención toda la programación infantil que transmite la televisión, así como la gran variedad de películas. Se les debe permitir que los vean, pero es preciso hacer una buena selección, procurar acompañarlos en ello y comentar al respecto. Sin embargo, no se le debe dejar toda la labor a la televisión. Sabemos que ella es una niñera excelente, pero es importante que los niños tengan una variedad de actividades para su óptimo desarrollo.

Para disfrutar entre padres e hijos

Son innumerables las posibilidades de jugar con tus hijos, aquí te mencionamos algunas:

· Procurar llevarlos a parques con juegos y espacios amplios para correr, brincar, trepar o jugar con pelotas. En ocasiones, el acceso a los juegos está restringido para los pequeños, por lo tanto, el papel de los padres será acompañarlos y cuidarlos durante el juego. Pero también hay lugares en que los niños pueden jugar junto con sus padres, ya sea columpiándose, echándose en la resbaladilla o cruzando un puente móvil. Estos juegos les permitirán ejercitar y fortalecer sus músculos, al tiempo que los llenarán de energía.

· Otra opción son los juegos de dramatización como los muñecos, carritos, disfraces, y toda una variedad de juguetes que les permitan representar papeles de la realidad, inventados o que han visto en películas. Por medio de este tipo de juegos pueden manifestar sentimientos, emociones, inquietudes, que quizá de otra manera no comunicarían.

· Los juegos de mesa ofrecen momentos de diversión, convivencia y aprendizaje. Hay que rescatar los más tradicionales como las loterías, dominós y memoramas (que ahora se pueden encontrar con una variedad de temas), la oca, parkase, serpientes y escaleras. Éstos se pueden encontrar en la sección de juegos de los supermercados o en tiendas especializadas sobre juguetes educativos. La variedad es muy amplia y enriquecedora. Con este tipo de juego el niño afianza sus estrategias de interacción al aprender a esperar su turno, sorprender y comprender al “enemigo”. Es importante que la finalidad del juego se oriente hacia el tipo de aprendizaje o entretenimiento que se quiera propiciar, más que ver quién gana o pierde, pues esto último sólo fomenta la competencia y puede generar frustración y enojo, más que el sano entretenimiento.

· También se divertirán rescatando los juegos tradicionales como las rondas infantiles (el patio de mi casa, doña blanca, la rueda de san miguel, la víbora de la mar), los juegos típicos (los listones, las cebollitas, pipis y gañas, pares y nones, el avión), los de lápiz y papel (timbiriche, gato, quemados, basta, tripas de gato) o hacer figuras de papel (aviones, barcos y todo tipo de papirolas). Si no recuerdas y no sabes cómo son estos juegos, pregúntale a tus papás o abuelitos, ellos lo recordarán gustosos.

· Acordarse también de esos juegos que como dijera Mafalda “tienen el sabor de los clásicos”: las canicas, el trompo, el balero, la matatena, la cuerda para brincar, el resorte, los juegos de pelota (volibol, futbol, básquetbol, béisbol, o simplemente cacharla, aventarla o rebotarla).

· Un recurso que a veces se cree que es para “viciosos” son esos juegos que, sobre todo, papá juega con sus amigos: la baraja inglesa o española, el dominó y el cubilete. En realidad, lo malo sería enseñar a los pequeños a jugar y cuyo único objetivo sea el que aprendan a apostar. Pero si utilizan estos juegos de manera sana, se puede favorecer una feliz diversión.

· A los padres (hombres) les encanta jugar luchitas con sus hijos (varones), quizá sienten que se afianzan en su sexo. Es bueno hacerlo, pero se debe cuidar no lastimar al pequeño y evitar que el juego se limite a esto, pues de otra manera, el niño adquirirá formas agresivas de interactuar con los demás niños.

· Otro aspecto fascinante al jugar con los niños es mostrar sus características histriónicas e incluso las propias, por ejemplo pueden ser detectives, caballos, reptiles, monstruos, princesas, madres, padres, o cualquier cosa, para ver cómo ellos entienden el mundo en el que viven y cómo lo manejan; aquí también, se les puede enseñar otra forma de actuar en el mundo.

· Finalmente, les recomendamos los juegos de magia. Cuando los niños no conocen el truco, realmente se sorprenden y corroboran que sus padres son realmente mágicos, casi genios. Y si aprenden a manejar los trucos, se divertirán mostrándolos a sus amigos y familiares.

Como se puede ver son varias las opciones para disfrutar y jugar con los pequeños. Aunque seguramente a los padres se les pueden ocurrir muchos más.

¿Algunas complicaciones?

No siempre que se juega con los hijos se buscan y remedian cosas. El juego pude ser sólo para divertirse y con ello propiciar que los niños le tengan confianza, amor y respeto a sus padres, por el sólo hecho de que éstos se tomen el tiempo para estar con ellos.

En ocasiones, los padres de familia dicen que no tienen tiempo para dedicarle a sus hijos y jugar con ellos, en realidad, no saben lo que se están perdiendo. Cuando un padre juega con su hijo, además de afianzar los lazos afectivos entre ambos, le ayuda a entender y regular sus emociones. ¿Cómo? Por ejemplo, cuando la niña pide jugar a la comidita con sus muñecas y una de ellas llora, ella en el papel de “madre” dice que le va a pegar para que ya no llore o que su “papá” la va a regañar. Como padre, se puede exponer el punto de vista y decir que no hay por qué regañarla ni pegarle, que es mejor consolar a “la muñeca” y decirle que no llore, que la cuidarán. Con este pequeño acto se le enseña a la niña muchas cosas, por ejemplo cuando se siente enojo no hay que desquitarse con los hijos y que los papás no regañan sino consuelan.

Si se nota que las respuestas del niño en el juego son comunes, como golpear a los “muñecos” o animales y esto no se acostumbra en casa, es momento de preguntarle dónde lo está aprendiendo ¿de los vecinos, los amigos, la familia o la televisión? Es probable que el pequeño responda, sobre todo si no se le regaña o se le da un sermón, pues hay que recordar que se está jugando. Así que sólo se debe “tomar nota” y después ver cómo remediarlo, si es por medio de la televisión, no permitir que vea el programa que lo está provocando, pero no prohibir, es mejor proponerle jugar o hacer algo divertido a la hora de ese programa.

En ocasiones no se está de humor o no se tiene tiempo para jugar con ellos a los carritos o a las muñecas. En este caso, es mejor decírselos y proponer algo diferente como hacer dibujos o adivinar palabras con gestos y caras. Si se está trabajando en el escritorio y el pequeño quiere jugar, una opción es decirle que estás en el trabajo, que tienen oficinas diferentes, que estás haciendo un escrito que más tarde le presentarás, y que él puede hacer otras cosas como leer, le puedes prestar el periódico o revistas y él se sentirá atendido. También se puede jugar a ser grandes cocineros cuando se preparan los alimentos, el pequeño puede ayudar, pasando los ingredientes, y de acuerdo con su edad, a picarlos o mezclarlos.

En resumen

Es importante que en cada etapa del desarrollo de los niños se identifiquen formas de interactuar jugando, se les dedique un tiempo específico del día, y si no es posible por los horarios de trabajo, reservar para la familia los fines de semana, días festivos, vacaciones y toda oportunidad para convivir con los pequeños. Tampoco se trata de estar “sobre ellos” las 24 horas del día. Todos necesitamos momentos de “privacidad” para realizar actividades que se disfrutan al estar solos. Un sano equilibrio entre la autonomía y la convivencia es lo mejor.

¡Las aventuras son muchas, sólo es cuestión de querer divertirse juntos!



* Profesoras de Psicología Educativa. FES Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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martes, 27 de abril de 2010

La autoestima desde bebés

La webdelbebe.com, en su espacio de psicología, nos instruye acerca de la mejor manera para manejar situaciones que refuercen el carácter y la percepción que los pequeños tienen de ellos mismos en relación con sus padres.


La autoestima se forma desde bebés

La autoestima es el arma que los padres deben darle a sus hijos para que puedan enfrentar el mundo. El contacto fisico y el cariño hacen que los bebés y niños se sientan queridos, dándoles seguridad. Una buena autoestima es muy importante en la infancia, ya que es la época en que la persona es más vulnerable.Los papás deben empezar a moldear la autoestima de su hijo desde que éstos son bebés.

* Los bebés recién nacidos perciben el afecto por medio de atención, amor y caricias, lo cual los hace sentir protegidos y seguros.
* Cuando el bebé ya fija la mirada, reconoce rostros y sonríe, significa que también es sensible al tono de voz, a la mirada de los adultos y las expresiones faciales. Por ello tenga mucho cuidado cuando usted u otros se aproximan al bebé. Si tiene problemas o está tensionada, respire, relájese un minuto y luego vuelva a atender al bebé.
* Si su niño tiene algún defecto físico, síndrome de Down o problema de desarrollo cuide que él nunca sienta la preocupación que los embarga, converse con amigos o especialistas para despejar sus dudas y recibir orientación para minimizar las reacciones inapropiadas frente al niño. Hágale saber que es amado por todos.
* Cuando el niño ya está más grande, logre asignarle pequeñas responsabilidades, como colocar sus juguetes en la cesta, pasar un trapito a un mueble, regar un macetero, etc. y felicítelo cuando lo haya hecho. Ellos sentirán no sólo que son capaces de hacer algo sino que se sentirán también muy importantes.
Deje que el niño tome algunas decisiones y resuelva un problema. Hágale saber en todo momento usted lo apoya, pero que la decisión es sólo de él. Si no saben que ropa ponerse para una fiesta, saque 2 mudas de ropa y deje que el niño elija.

* Cuando observe buenas conductas felicítelo de forma efusiva pero nunca exagerada.
* Cuando cometa un error o fracase en algo hágale saber que no siempre se gana, pero que los errores sirven para aprender y ser mejores. Es importante que aprendan a lidiar con el fracaso, que aprenda a reponerse de él y seguir adelante. Ser perseverante y conseguir los objetivos.
Si su hijo tiene una crisis de frustración o usted nota que está llegando, es bueno que lo ayude o cambie a hacer una actividad que él domine. Si bien el niño debe aprender a ser perseverante, no es beneficioso que todo sea fracaso, los adultos deben intervenir para que el número de fracasos no sea excesivo.
* No utilice insultos ni violencia física. Esos comportamientos son muestra de la incapacidad para controlar la frustración y cólera, lo cual es comprensible en los niños, mas no en los adultos. Enseñe a su niño que todo se resuelve hablando, imparta castigos cuando es necesario. Hágale entender que aún lo ama, pero que lo que hizo está mal. Nunca se eche para atrás con los castigos.
* Cuando el niño empiece a ir al colegio, siempre esté atento a las señales que indican que pueda estar siendo molestado por sus compañeros o profesores.
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domingo, 25 de abril de 2010

Receta infantil: Huevo frito sin huevo

Cuando se trata de preparar la comida de su hijo y éste no es precisamente fácil de alimentar, la mamá necesitará echar mano de toda su creatividad para lograrlo y esto puede llegar a ser extenuante, pero si consideramos la receta que pequerecetas.com nos ofrece para un postre rico, sano y visualmente creativo... probablemente ésta tarea sea incluso, divertida.


Postres para niños: Huevo frito sin huevo

Escrito por Jelen

Esta receta para niños vista en El delantal verde me ha gustado mucho porque me parece una forma divertida de que los niños tomen un postre muy completo, ya que lleva yogur, melocotón (durazno) y manzana.

Por supuesto es un postre ideal para que vuestros hijos os ayuden a prepararlo, ya que no necesita fuego de ningún tipo.

Recordar que es muy importante el consumo de frutas tanto en niños como en adultos, y muy recomendable seguir el consejo de “cinco al día”.

Así que ya sabéis, si a partir de ahora vuestro hijo os pide un huevo frito, os va a tocar preguntarle si lo quiere de postre…

Nota: Originalmente la receta está preparada con un your de soja natural, puesto que es una receta vegana. Pero si no es vuestro caso también podéis utilizar un yogur natural normal.
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viernes, 23 de abril de 2010

Estudio de calidad: camisetas

Con la llegada del bebé llega la hora de cambiarlo (junto con unas cuantas cosas más) tantas veces sea necesario, y no sólo de pañal. Sudan, se mojan, devuelven la leche... los especialistas --y claro, las mamás expertas-- siempre recomiendan el uso de las camisetitas, puesto que es la manera más práctica y cómoda para ambos --mamá y bebé-- de mantenerse limpios y frescos.
¿Quién no ha ido a la sección de bebés, visto los diminutos mamelucos y camisetitas y resistirse a pensar en lo tiernos y "monos" que se verán los pequeñitos en esa ropita? Gracias a los baby showers, muchas nuevas mamás tendrán una amplia indumentaria para vestir a su pequeño, pero, ¿hemos pensado ya si dichas prendas cumplen con los requisitos de calidad y seguridad que garantizarán nuestra tranquilidad?
En la revistadelconsumidor.gob.mx se hizo un estudio de calidad hace un par de años, que si bien hoy en día hay una alta probabilidad de que esto haya cambiado, nos ayuda a tomar en cuenta una serie de puntos que deben ser observados cuando escogemos la ropita que llevará nuestro bebé, o bien, que deseamos obsequiar a alguien más.
Algunos de los puntos a considerar en éste análisis fueron:

* Información al consumidor
* Acabados en tela y confección
* Verificación de la talla
* Resistencia al encogimiento
* Absorbencia de la tela
* Durabilidad
* Decoloración



Recordemos no adquirir una prenda sólo por lo bonito que se ve, los colores, las figuras o incluso el precio, privilegiemos telas 100% algodón y observemos la confección (botones o broches sueltos, defectos de costura) para tranquilidad y comodidad tuya y la de tu bebé.
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martes, 20 de abril de 2010

Enseñando a gatear a tu bebé


El aprendizaje de tu bebé es de todos los días, tanto el de él como el tuyo, siendo su mamá, así que para ayudarte un poco a profundizar sobre los beneficios del gateo, aquí te presentamos un artículo de bbmundo que demuestra la relevancia de esta etapa infantil.


Enseñándole a gatear a tu bebé


El gateo se considera un paso indispensable para del desarrollo de los bebés. Se da alrededor de los 10 meses y requiere de una adecuada coordinación motora gruesa que le permita desplazarse utilizando un patrón cruzado (brazo derecho con rodilla izquierda).

Estudios recientes han demostrado que el gateo tiene grandes ventajas neurológicas y funcionales, por lo que es importante no saltarse esta etapa.

Gateando se estimula y desarrolla una parte específica del cerebro que va a facilitar más tarde la etapa de la adquisición de la lecto-escritura. Una adecuada ejecución de las habilidades motoras gruesas, llevarán al niño a una buena coordinación motora fina.

Durante el gateo, se ejercitan los huesos pélvicos, ayudando a su maduración mientras se prepara el cuerpo para caminar.

Al gatear, el bebé amplía la percepción de su mundo, se empieza a independizar de su mamá poco a poco, controlando la distancia; cuando aprende a gatear se puede alejar y acercar tanto como lo desee.

Distintas maneras para desplazarse


Generalmente antes de gatear, los bebés se arrastran. Esto lo pueden hacer de distintas formas:

Boca abajo

* Utilizando solamente los brazos, jalan hacia adelante, arrastrando el resto del cuerpo.
* Empiezan a empujarse para atrás (algunas veces).
* Combinando brazos con piernas, empujándose con los deditos de los pies, sin levantar el abdomen.
* Girando el cuerpo varias veces (estando boca arriba giran boca abajo), para alcanzar algún objeto.

Sentado

* Se van arrastrando, flexionando y estirando las piernas, mientras se apoyan ligeramente con las manos para impulsarse hacia adelante.
* Dan pequeños saltitos de sentón para ir avanzando poco a poco.

Gateo

* Coordinan el brazo derecho con la rodilla izquierda y viceversa, mientras gatean elevando el abdomen
* Caminan en 4 puntos, elevando la cadera, lo que se conoce como "la marcha del oso”.

Para tú bebé, lo más importante es llegar a alcanzar el objeto, no importa la técnica que utilice.

Ayúdale a dar el gran paso

Los papás debemos brindarle la oportunidad nuestro bebé para que explore su ambiente arrastrándose o gateando en un lugar limpio y seguro.

Es importante NO meterlo a la andadera o al brincolín por tiempos prolongados si aún no gatea. Se podría lastimar la cadera o rodillas al adquirir una mala postura, pues los huesos del bebé aún no están listos para soportar todo el peso del cuerpo.

No a todos los bebés les gusta estar boca abajo, pero les podemos ayudar siguiendo estos tips:

* No presiones a tu bebé si muestra resistencia.

* Coloca un objeto frente a él que le resulte muy atractivo.

* Gatea con él; muchas veces la imitación facilita el aprendizaje.

* Enséñalo a hincarse y apoyar las manos; eleva su tronco con el brazo o con una cobijita doblada a la mitad jalando hacia arriba su abdomen.

* Usa un rodillo de apoyo en la pancita, que le permita meter las rodillas y mover las manos impulsándose hacia adelante.
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domingo, 18 de abril de 2010

Las cosas que un niño puede enseñar

En domingo de colaboraciones, contamos con una aportación de una de nuestras lectoras. Alexia Giannakis es mamá de Daniela y Gil Jr. y nos comparte un poco del aprendizaje que conlleva tener hijos, esas personitas que son un poco parte de papá y de mamá pero que a la vez son individuos independientes y sobre todo, sorprendentes.

Una de mis mayores satisfacciones en la vida es ser madre, anécdotas son muchas pero realmente no sé si los embarazos me han afectado tanto la memoria que vienen a mi mente las cosas sin querer (y cuando necesito acordarme de algo brillan por su ausencia).

Recuerdo cuando fuimos a un crucero hace casi 2 años, iba embarazada y no podía tomar alcohol y pedía para tomar mi piñas coladas sin alcohol, un día la probó Dany mi hija que en ese entonces tenía 5 años y se volvieron su bebida preferida, pidiéndola en cuanto restaurant se paraba, también cuando llegamos a casa y quería que en su cama apareciera en la noche una figura de adorno hecha con toallas, así como se la ponían en el camarote. Y como dice Paulo Coelho un niño puede enseñar 3 cosas a los adultos: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado en algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
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viernes, 16 de abril de 2010

Nadando y educando

El calor se empieza a sentir cada vez con mayor intensidad y una manera de que los niños se diviertan, se ejerciten, se refresquen y se cansen (muy conveniente para los papás) es ir a la alberca más cercana y disfrutarla. En guiasparapadres.com encontramos un artículo que nos explica la manera de desarrollar y fortalecer habilidades de nuestros hijos por medio de este deporte.

A fortalecer sus habilidades con la natación

La natación no sólo es un deporte completo para adultos, sino una práctica muy recomendada para los niños. En primer lugar, porque identifican la piscina como un lugar de diversión, y así practican deporte mientras disfrutan con sus compañeros. Además, al desarrollarse en un ambiente cálido y relajante como es el agua tibia, mejora su equilibrio, coordinación y conocimiento del espacio. Por esta razón, la enseñanza de la natación se ha impuesto en los últimos años como una de las actividades más demandadas para los niños de edad escolar (siete años en adelante).

Programa y enseñanza

El objetivo de un programa de enseñanza para un niño en edad escolar
que práctica natación debe ser principalmente educativo, además, de orientar al pequeño a la exploración, conocimiento y, dominio del medio acuático, contribuyendo así al desarrollo de todas sus capacidades, y a fortalecer una estrecha relación con su actividad escolar.
Existen tres tipos de programas: a corto, mediano y largo plazo. Específicamente en esta etapa se trabaja con el programa a largo plazo (con más duración), donde la enseñanza es más específica, pues entran los cuatro estilos de natación; se empieza con dorso, luego pecho, después crol y, por último, el de mariposa, un estilo muy complejo para desarrollarlo en el agua que necesita de más destreza, fuerza muscular, habilidad de control corporal, estreza y motricidad.
Este programa define objetivos de carácter educativo y competitivo, donde el niño debe dominar cada uno de los estilos y aprender poco a poco las diferentes patadas, por ello, lo básico del programa es enseñar al pequeño a dominar la patada, la respiración y coordinar el movimiento propio para lograr un buen estilo. El tiempo de aprendizaje
es de acuerdo como lo vaya asimilando el pequeño.

Salud física, mental y social

La natación es una actividad que proporciona a los niños muchos beneficios, entre ellos están el aumento de su sistema inmunológico, ayuda a crear una auto-aceptación del cuerpo, a ser una persona vigorosa, y a despertar el interés competitivo, lo cual es importante valorar, pues la vida es una competencia. Sin duda, se trata de un deporte que ayuda a prevenir riesgos de alguna enfermedad y a tener una vida más sana en la edad adulta.

Desarrollo físico

• Mejora la coordinación, el equilibrio y el conocimiento
del espacio.
• Beneficia la condición cardiovascular y, por lo tanto, mejora la resistencia del niño.
• Incrementa la fuerza gracias a los ejercicios musculares, lo que hace que haya un desarrollo
temprano de las habilidades psicomotrices como gatear y caminar.
• Los ejercicios suaves combinados con el agua a una temperatura agradable relaja al niño, mejora su carácter y comportamiento.
• Amplia la capacidad de su sistema respiratorio
y la regulación adecuada de su circulación sanguínea.
• Disminuye el índice de niños con problemas cardio-respiratorios y con obesidad.

Desarrollo psicológico

• Incrementa el sentimiento de independencia y de auto confianza del niño. Le da seguridad.
• El pequeño aprende a nadar de forma divertida y saludable. Saber nadar también es una medida
de seguridad. No hay que olvidar que existe gran porcentaje de accidentes por ahogamiento
de niños.
• Crea una mente más ágil.

Desarrollo social

• Ayuda al niño a socializar y a mejorar su comunicación con los demás. La convivencia le ayuda a relacionarse mejor.
• Amplia el horizonte de los juegos compartidos.
• Activa la diversión y el espíritu de juego.
• Consolida los vínculos de afecto con sus familiares.
• Introduce conductas de autocuidado, convirtiéndolas en hábitos sumamente necesarios.

Significado de competir

En las etapas anteriores en la enseñanza de este deporte, a los niños se les pone, a manera de juego, un tipo de competencia, ya sea con la tablita, se tiren al agua y haber quien patalea más fuerte. Sin embargo,
es en la etapa escolar cuando se les enseña a comprender el significado de la competencia, es decir, si pierden asimilar que perdieron, o si ganan, asimilar que ganaron.
Cabe mencionar que el deporte ayuda a formar el carácter, pero también enseña a ganar o a perder, por esta razón es de carácter formativo. En esta tarea, el instructor tiene un papel importante, pues es quien a su vez impulsa al pequeño al decirle: “lo hiciste muy bien”, “perdiste, no importa, tú puedes, en la próxima le echas más ganas”; se trata de animar al niño para que piense que es capaz y su autoestima no se vea afectada.
Asimismo, el entrenador que no establezca o tenga un plan de entrenamiento, de enseñanza y aprendizaje, el desarrollo del niño será lento y tardará en manifestar sus habilidades.
Existe una estrecha relación entre el juego y el deporte, ya que ambos tienen aspectos similares con un objetivo común: divertirse. En las dos actividades, es posible hallar factores que hacen que el niño aprenda a manejarse con códigos en donde existe el líder y hay un nivel de competencia. Una adecuada competencia infantil favorece la evolución y madurez físico-emocional del niño.
De ahí la importancia del “juego-deporte” a edades tempranas. El niño (y el adulto) al irse autosuperando en sus metas y marcas, adquiere una noción profunda de sus propios recursos personales.
El pequeño al competir desde el juego y el deporte, de acuerdo con sus posibilidades, desarrolla de manera paulatina sus habilidades físicas y psicológicas con las que posiblemente pueda manejarse con mayor facilidad y éxito en su vida adulta. Por ello, actualmente el deporte se cataloga como recreación y formador de conductas positivas.
Todas las personas que realizan actividades deportivas grupales, aprenden a manejar hábilmente sus capacidades competitivas. Al mismo tiempo, en un equipo no se tendrán en cuenta las diferencias
religiosas, sociales, raciales, económicas. Cuando el equipo compite, estas diferencias tienden a neutralizarse en pos del objetivo común, el éxito del grupo. La tolerancia y la comprensión, son dos valores que se aprenden al formar parte de un equipo. Además, el niño no sólo aprende reglas que regulan su propia personalidad, sino que las respeta e integra a un grupo.

Entrenamiento y lesiones

Es importante que los niños tengan un calentamiento previo a través de ejercicios aeróbicos y de resistencia. En comparación
con las etapas anteriores, aquí se lleva a cabo un acondicionamiento más completo, además, los pequeños pueden estar dentro del agua en promedio una hora y media,
sin embargo, todo debe ser de acuerdo con su edad y fuerza. De lo contrario, si se les presiona, pueden sufrir alguna lesión en cualquier parte del cuerpo (brazo, pierna, cuello, espalda).
En el caso de presentarse un accidente dentro del agua, verificar que el niño pueda salir por su propio pie, si no, se le debe auxiliar identificando la parte lesionada, ver si está consciente, si le duele algo, si respira, tiene pulso o no, se trata en general de prestarle primeros auxilios, explorar cómo y qué le paso para poder actuar.

Para tomar en cuenta

* El profesor de natación debe procurar enseñar una buena técnica al niño. Asimismo, debe motivar y estimular al pequeño en su clase, para ello es preciso contar con un programa específico y dinámico, de acuerdo con el grupo de edad.
* Un niño en la etapa escolar aprende a nadar en un periodo aproximado de cuatro a seis meses, y puede llegar a dominar tres estilos (crol, dorso y pecho), y si tiene aptitudes y habilidades, también el de mariposa. Aunque es importante mencionar que cada niño es diferente.
* La natación es una actividad que proporciona bienestar al cuerpo y a la mente, por ello, es recomendable practicarla, primero para tener buena salud, y después porque es un deporte recreativo que ayuda a socializar, y a elevar la autoestima.
* En general, el deporte es muy importante para el ser humano, ya que le proporciona una mejor calidad de vida y una mente más relajada.


Profr. Roberto Alfonso Ordoñez Enriquez
Profesor de Natación con 36 años de experiencia profesional.
Certificado por el Primer Congreso de Psicopedagogía de las Actividades Acuáticas
de la Federación Mexicana de Natación.
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martes, 13 de abril de 2010

Educación vial infantil



La seguridad vial infantil es motivo de preocupación para los padres --como todo lo referente a los hijos--, sin embargo, es importante también hacerlos parte de ese cuidado para que aprendan poco a poco a cuidarse a sí mismos y conocer las señales de tránsito y las reglas generales de civismo y vialidad es un punto por demás relevante para su propia seguridad.

Buscando información sobre la educación vial, encontramos un programa interactivo muy interesante para sus niños en educapeques.com; es dinámico, divertido y está pensado para las diferentes edades de los pequeños.

http://www.educapeques.com/evial/portal.php

Recordemos que los padres y los hijos debemos estar en la misma sintonía. Siéntate con tu pequeño para que le puedas explicar lo que está viendo si tiene alguna duda, o tan sólo para compartir un momento con él y sepas lo que está aprendiendo.
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domingo, 11 de abril de 2010

Recetas infantiles: huevo en su nido

Una receta super sencilla y decorativa que gustará a los niños la encontramos en buenavida.com.mx. Buen provecho!


Pollos en su nido

Se necesita:

1 zanahoria, 1 huevo, 2 palillos, 1 jitomate, 1 limón y sal al gusto, unas gotas de salsa maggi.


Se cuece el huevo (se deja hervir 10 minutos y 5 minutos adicionales en el agua con el fuego apagado), se cortan 2 rodajas de zanahoria y el resto se ralla, se le quitan las semillas al jitomate (se cota en cuartos y se le retiran) y se cortan figuritas en la pulpa (se pueden usar cortadores de galletas chicos), con las rodajas de zanahoria se corta un pequeño triángulo y una pequeña corona (que van a ser el pico y la cresta).

Finalmente con la ayuda del palillo se pintan los ojos en el huevo, se le pone pico y cresta. Se acomoda la zanahoria como nido, se sazona con sal y limón y se reparten las figuras de tomate en el plato.
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viernes, 9 de abril de 2010

Explicando la muerte a los niños

La muerte es una situación difícil de explicar a los niños, creo que es más complicado de explicar para los adultos que para los pequeños comprender. Para ellos las cosas son como se las contamos aunque ciertamente no dejarán de preguntar hasta ellos mismos encuentren sentido en nuestras respuestas, así lo hagan veinte veces. La webdelbebe.com trata este tema y nos da una idea de cómo hablar de la muerte con los niños.

Cómo explicar la muerte a los niños

Este es un tema que ningún padre quisiera tocar con sus hijos, sobre todo si estos son aún pequeños, muchas veces, por querer evitar el sufrimiento, se ensayan mentiras o verdades a medias, que a la larga son contraproducentes, ya que pueden generar confusiones e incluso traumas difíciles de superar. Es por esto muy importante el saber tratar estos temas porque los niños pueden entender la muerte.

Para comenzar, se debe decir la verdad, pues el niño siente lo que sucede a su alrededor, el dolor y tristeza que embarga a la familia, aunque no siempre lo entiende. Frases como que “el abuelito se ha ido de viaje” o que “el perrito se escapó” no son adecuadas porque puede suceder que cuando un pariente o amigo en realidad se vaya de viaje, el niño lo asocie con el dolor y la consternación que causó el fallecimiento de alguna persona y termine desarrollando temor a los viajes.

Al explicar el concepto de muerte, se debe utilizar un lenguaje claro y sencillo, sin entrar en demasiados detalles (como por ejemplo nombrar los síntomas o daños que produce determinada enfermedad), permitiendo e incentivando al niño que haga preguntas y tratar de responderlas de manera simple, evitando analogías que puedan confundirlo (por ejemplo, decir que un familiar o amigo “está durmiendo”, puede generar la impresión errada de que ellos mismos pueden morir si se van a dormir). Muchas veces los niños responden más a la tristeza que observan en los padres, que ante el fallecimiento en sí. Algunas veces también pueden llegar a desarrollar sentimientos de culpa ante lo acontecido, por lo que es importante dejar en claro que lo sucedido es sólo una parte del ciclo de la vida, y que no es culpa de ellos el suceso en sí o la tristeza que éste genera. Siempre es bueno reforzar el concepto de que los queremos sin importar las circunstancias.

Otro punto importante es el de dejar que el niño exprese libremente sus emociones una vez conocido el hecho. No es bueno imponerle que actúe de determinada forma (“tienes que llorar”), ni tampoco lo es reprimirle reacciones (“no llores tanto”). Hay que observar cuáles son sus reacciones y tratar de ayudarlo a entender un poco más lo sucedido. Los niños reaccionarán de diferentes maneras, dependiendo de su edad, de la cercanía con la persona fallecida, de las circunstancias de la muerte (en el caso de una enfermedad, se puede ir “preparando” al niño), etc.

Los niños de menos de 6 años usualmente tienen un concepto relativo de la muerte. Lo ven como algo temporal o reversible, por lo que es conveniente ser pacientes y ser reiterativos en explicar que una persona muerta no va a volver a la vida. Esto puede sonar bastante duro, pero debido a que en esta etapa de su crecimiento los niños toman muchas cosas literalmente, si les decimos que el difunto se ha ido de viaje, o que está durmiendo, puede ser que involuntariamente estemos alimentando temores y miedos infundados.

En los niños de 6 a 9 años, el concepto de muerte es más claro y definido. Están concientes de que es algo definitivo y manifiestan temores concretos, asociados fundamentalmente a que si esto puede pasarles a ellos, si ellos son en alguna medida responsables de lo sucedido y de cómo les afectará en el futuro la ausencia de un familiar cercano. Cualquiera sea el caso, la comunicación con el niño es vital, y debido a que ya tiene edad para entender mejor estas situaciones, podremos explicar mejor lo sucedido y reaccionar mejor ante sus respuestas y reacciones. Estas pueden ser diversas, pero deben servir como una válvula de escape, pues de quedar contenidas, pueden generar cuadros depresivos a futuro.

Para algunos especialistas, incluso es conveniente que el niño asista a los servicios funerarios (velorio y entierro), aunque previa explicación de lo que va a ver en dichos eventos. Esta presencia puede ser contraproducente si se espera que se presenten escenas desgarradoras (por ejemplo si se trata de una muerte totalmente inesperada, por un accidente, etc), por lo que en estos casos no se recomienda la presencia del niño, pues probablemente se confunda y/o asuste.

La muerte es un asunto difícil incluso para los adultos. Por ello algunos padres buscan evitar tocar siquiera el tema, con lo que pueden estar contribuyendo a generar dudas, temores y traumas en los pequeños. En caso los padres se sientan no capacitados para explicar estos conceptos, simpre se puede recurrir a profesionales o publicaciones que pueden ayudar, aunque siempre será más conveniente que sea un ser querido quien trate estos temas, pues reforzará los vínculos afectivos con el niño y le ayudará a sobrellevar este amargo trance.


Los niños van a hacer preguntas muy específicas que han de responderse y deben ser muy bien pensadas antes de hablar con los pequeños, apoyarnos en nuestras creencias religiosas (si el niño ya ha empezado a tener formación de ella) les facilita el entender algunos conceptos. Con guiainfantil.com complementamos este tema:

¿Qué es morir?
Morir es terminar de vivir. Las explicaciones como " se fue", " está en el cielo ", "lo perdimos" o " desapareció", no son tranquilizantes si no se les explica claramente que de lo que se trata es del final de una vida.

¿Tú te vas a morir? ¿ Y yo? ¿ Cuando?
No debemos engañarles diciendo " cuando seamos viejitos". Sabemos que lamentablemente no es siempre así: mueren bebés, niños, jóvenes, adultos y viejos. Morimos cuando se nos acaba la vida. Todo lo que nace, muere. Hasta aproximadamente los 6 años de edad, los niños no se angustiarán con el tema de la muerte. Hablarán con naturalidad y, después de obtener la respuesta que buscaban, continuarán con su almuerzo, su juego o su película. Nos angustiamos los adultos. Como notamos en los ejemplos citados, los niños necesitan saber que el cuerpo sin vida queda en el cementerio, donde están las tumbas y en un lugar está escrito el nombre, apellido, fecha de nacimiento y de fallecimiento "de la persona que murió". Allí se puede ir a recordarlos. Una inquietud recurrente en los niños y en todo ser humano.

¿Qué queda de los muertos?
Algunos hablarán del alma (cuidemos las expresiones a fin de que el niño no la busque en un lugar físico y concreto, temiendo su aparición). Otra manera de responder podría ser:"quedan las fotos, los recuerdos, todo lo que nosotros y aquellos que lo conocieron contamos de él, quedan las imágenes que tenemos de los momentos compartidos junto a él y queda la marca que dejó en nuestras vidas ".

Antes de terminar es importante señalar que cuando los niños no hacen preguntas acerca de la muerte de un ser querido, no significa que no las tengan. Ellos perciben que formularlas abiertamente provocaría angustia e incomodidad en los adultos. Si de esto no se habla, aparecen síntomas (físicos y psíquicos) de distinta gravedad.
La verdad puede ser triste, pero ignorarla, enferma.
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martes, 6 de abril de 2010

Duerme tranquilo a tu bebé... y tú también

¿Qué puede ser más placentero que ver a un bebé durmiendo profundamente? Es el momento perfecto para descansar también y es mejor hacerlo teniendo la seguridad de que tu pequeño estará adecuadamente acomodado evitando accidentes. En babycenter.com.mx encontramos una serie de consejos a seguir para que tanto tú como tu bebé puedan dormir con toda tranquilidad.

Seguridad y cama familiar


La Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de los EE.UU. y la Academia Estadounidense de Pediatría desalientan compartir la cama con un niño menor de 2 años, y citan un mayor riesgo de muerte por sofocación, síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS), también conocido como muerte de cuna, estrangulación u otra causa inexplicable. Pero otros especialistas y grupos de padres no están de acuerdo y sostienen que dormir con los niños es seguro y beneficioso si se lo hace del modo correcto.

Si decides probar dormir con tu pequeño, no dejes que se duerma solo en una cama de adulto: no está diseñada teniendo en cuenta las precauciones de seguridad infantil. Como lógicamente no siempre te irás a dormir a la misma hora que tu pequeño, piensa en ponerlo en su moisés o cuna durante las siestitas y a la noche hasta que se despierte para tomar pecho o biberón por primera vez.

Y asegúrate de observar las siguientes precauciones de seguridad adicionales durante todo el tiempo que esto sea lo apropiado para su edad:

Posición segura para dormir
Sin importar dónde duerme tu bebé, ponlo a dormir de espaldas. Los especialistas dicen que seguir esta práctica de ponerlo a dormir de espalda es lo más importante que puedes hacer para reducir el riesgo de muerte súbita del bebé.

Entorno seguro para dormir

* Nunca fumes ni permitas que otros lo hagan en torno a tu niño, duerman o no con él. Algunos estudios han visto que los bebés que comparten la cama con sus padres fumadores presentan un riesgo mayor de muerte súbita.
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Procura que la habitación en la que duermas con tu pequeño sea
* a prueba de niños. Llegará el día en que podrá salir de tu cama para explorar su entorno mientras tú duermas.



Compañeros seguros de cama

* Nunca duermas con tu pequeño si estás bajo los efectos del alcohol o las drogas. Dichas sustancias intoxicantes podrían interferir con tu conciencia de la presencia del bebé y sus llantos.
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* Si tienes mucho sobrepeso, dormir con tu bebé podría ser riesgoso. Colocar una cuna o camita de bebé especialmente diseñada para acoplarla al lado de tu cama ("co-sleeper") es más seguro.
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* No duermas con ropa que tenga cordones o listones largos ni uses joyas mientras compartes la cama con tu pequeño.
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* No dejes que niños más grandes duerman cerca de tu bebé si tiene menos de un año. Podrían dañarlo por accidente, rodando sobre él o pateándolo mientras duermen.
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* No dejes que las mascotas se suban a la cama.



Colchón y cama seguros

* Pon a tu bebé a dormir únicamente en un colchón liso y plano. No es seguro para los bebés dormir (con o sin ti) en una cama de agua, un colchón con textura de cartón de huevos, un sofá, un sillón o cualquier otra superficie que no sea firme y que pueda interferir en la respiración de tu bebé: firme y plano es la norma.
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* Lo ideal sería colocar el colchón en el piso. De esa manera, si por casualidad el bebé rodara, no se caería desde mucha distancia. Coloca mantitas o almohadas en el piso que rodea al colchón para que amortigüen las caídas. Si tu colchón no está en el piso, equipa la cama con una barandales (o dos, si uno de sus lados no está apoyado contra la pared). Utiliza barandales de malla en lugar de barandales de barrotes donde pueda quedar atrapada la cabecita del bebé.
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* Si el colchón está colocado contra una pared o alguna otra cosa, fíjate todos los días que no queden espacios por los que pueda deslizarse tu bebé. Cubre todos los espacios que haya con toallas bien enrolladas. Haz lo mismo con los huecos que queden entre la cabecera o los pies de la cama y el colchón.
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* No utilices cabecera o pies con barrotes que tengan una separación o abertura de más de 7.3 cm: la cabecita del bebé podría quedar atrapada allí.
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* Ubica la cama lejos de objetos en el cuarto que puedan representar un peligro para el bebé, como cordones de persianas, lámparas a las que se pueda llegar y cosas por el estilo.



Ropa de cama segura

* Para asegurarte de que tu bebé respire con total libertad, mantén su carita despejada de almohadas, mantas, cobijas y demás ropa de cama.
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* Asegúrate de que las sábanas ajustables de abajo queden colocadas de tal manera que no puedan aflojarse.
* No utilices cobertores de piel de oveja ni ningún otro tipo de cobertor confortable para el colchón.



Ropa de dormir segura

* Para que tu bebé esté abrigado, vístelo en capas. Las pijamas cerradas en los pies y los sacos de dormir sin mangas (que son abrigos que se visten encima de la ropa de dormir para reemplazar las mantas sueltas) pueden resultar útiles.
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* Para evitar el calor excesivo, viste a tu bebé con ropa más ligera de lo que le pondrías si estuviera durmiendo solo.



Una alternativa segura
Si te sientes preocupada por el hecho de que tu bebé duerma en tu misma cama pero no quieres llevarlo a otro cuarto, una alternativa sería que duerma cerca de ti en un moisés o una cuna. Algunas cunas ("co-sleepers") están diseñadas para acoplarlas a la cama de los padres de manera que queden al mismo nivel.

La AAP, aunque no aconseja a los padres a dormir en la misma cama con sus hijos, dice que dejar que el bebé duerma en la habitación de los padres pero en un espacio separado (incluso si estuviera situado al lado de la cama de los padres) reduce el riesgo de muerte súbita.
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viernes, 2 de abril de 2010

Educación infantil en valores

La formación de los pequeños es integral, aprender correctamente a hablar, comer, comportarse, modales, etc. determinará muchas situaciones y comportamientos durante su crecimiento. Al igual que los padres se preocupan por la salud, seguridad y educación escolar de sus hijos, también es importante recordar que ayudarlos a crecer no sólo física sino espiritualmente, favorecerá su desarrollo para ser mejores individuos. Guiainfantil.com nos ayuda a clarificar un poco sobre los diferentes tipos de valores que son importantes en la instrucción integral de los pequeños:

Educar en valores es acompañar a los hijos en el proceso de respuesta libre y personal sobre su propia identidad, y sobre los horizontes y metas que buscan para su felicidad.
Valores e identidad son, en consecuencia, dos realidades inseparables. Una formación plena que permita configurar la identidad de un ser humano en crecimiento, no puede desvincularse o prescindir de una seria y bien planificada educación en los valores.

El protagonismo de los padres y más en la etapa de educación infantil, es insustituible. Ellos son los que van a decidir qué valores pretenden involucrar en la educación de sus hijos. Los valores pueden agruparse:
1- Valores biológicos: alimentos, salud, etc. Son necesidades básicas.
2- Valores intelectuales: el conocimiento, la creatividad, razonamiento, etc. Origina el mundo cultural del niño
3- Valores ecológicos: el cuidado, el respeto, y aprecio del medio en que desarrolla la vida.
4- Valores morales: el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la verdad, son los pilares de las relaciones afectivas con el mundo y con los demás.
5- Valores religiosos: son propios de los creyentes y su orientación en la infancia, corresponde a los padres.
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