domingo, 7 de marzo de 2010

Estimulación Temprana

Este domingo contamos con la colaboración de una mamá trabajadora, lectora del blog. Olivia Velasco D. es mamá de Emiliano y Maria Paula y nos comparte un poco de su experiencia a través de este artículo.

Se ha denominado como "estimulación temprana" a una serie de actividades que enriquecen el desarrollo físico, afectivo e intelectual del bebé, que además de satisfacer las necesidades de comunicación entre padres e hijos, favorece el máximo desarrollo de habilidades y destreza física, mental, emocional y social.
Cuando esperas a tu bebé por primera vez, te llenas de libros, te suscribes a revistas, ves programas sobre el desarrollo del bebé, en fin te quieres tatuar los conocimientos porque queremos ser “las mejores” dándoles la mejor comida, el mejor pañal, los mejores cuidados, las mejores cremas y queremos que crezca sano, fuerte y sea listo y educado.
Pero ooohh! trabajas, 8 horas al día en el mejor de los casos, y tienes hora y media para comer, de la cual una hora se va en atender al bebé y media para tus alimentos. Regresas a trabajar y llegas y hay que bañarlo y que duerma temprano para crearle una rutina, eso dicen las expertas, cosa que es favorecedor para nuestro ritmo de trabajo.
Llega el fin de semana y hay que lavar, arreglar ropa, comprar la despensa de la semana, la fiestecita, etc. etc. y sabes?... se va quedando atrás ese interés que, cuando leíamos esas santas revistas asegurábamos que lo haríamos. Hemos perdido esa tan necesaria estimulación temprana, tan valiosa para el desarrollo de nuestros hijos, que si bien nos toca un hijo como roble no afecta tanto, pero cuando es un ser que le es parte de su formación diaria, no lo descubrimos hasta que va en grado de primaria y lo vemos porque no corre fuerte, porque no escribe bien, porque no sociabiliza, ooh tiempo!, te cobras esa dejadez, ese instinto al que no hacemos caso, porque de que lo tenemos, lo tenemos y quien diga que no MIENTE.
La calidad de tiempo con nuestros hijos, esa creo que no la entendemos o nos acomoda no entenderla, por las varias ocupaciones que nos toca vivir.
Mamás, pongámonos las pilas y brindemos a nuestros hijos esos calostros de vida, que para eso fuimos creadas, esos momentos que valen oro y créanme son tan necesarios como el tallo del roble. Desgastémonos hasta morir en la raya, eso es una satisfacción tan grande como cuando es el mejor en la clase y nos sentimos como pavorreales, o no?

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