viernes, 13 de agosto de 2010

Colaborando en vacaciones

Parece que ya pronto terminarán las vacaciones, pero aún hay algo de tiempo, y si la primera mitad ha sido de relajación y diversión, bien podría utilizarse algo del tiempo que queda antes de entrar nuevamente a la escuela (o ingresar por primera vez) para enseñar o ir acostumbrando a l@s pequeñ@s a contribuir con las tareas del hogar. así, en guiainfantil.com, encontramos las mejores sugerencias para hacer con tu pequeñ@. Aprender acerca de responsabilidades es aprender acerca de compromiso y trabajo conjunto... intenta de a poco y pronto verás resultados, incluso en ti mismo.


Los encargos o pequeñas tareas domésticas son un eficaz medio de educar para la convivencia. Y las vacaciones, la época propicia para poner en marcha un plan de acción familiar. Pero no se trata simple y llanamente de repartir tareas y luego regañar si no las sacan adelante: asignar y supervisar encargos también es un arte porque implica saber qué y a quién encargar algo. Existen gustos y capacidades personales. Asigne las tareas pensando cuál puede ser más educativa para cada hijo según su carácter y aptitudes personales.


Es importante demostrar que las tareas de la casa no son responsabilidad de las mujeres sino de todos los que viven en ella.

No caiga en la tentación de remunerar los encargos o establecer un cierto tipo de trueque: si recoges tu toalla, podrás salir a patinar con tus amigas. Al contrario, motívelos con frases como "Somos un equipo", "Lo que hagas o dejes de hacer afecta a los demás", "No al hotel - Sí al hogar", "No ayudo por cumplir sino por servir", que puede escribir en una cartulina a la vista de todos o de cada uno... Cada familia tiene su estilo y en algunos hogares estos lemas pueden causar mucha risa. Para los hijos "chistosos" o burlones es infalible el lema de una abuela: "el que no coopera, no come".

Encargos y tareas a los hijos para las vacaciones
Que lo pueda hacer el hijo solo, que sea periódico y que sea supervisable.
Los encargos no son para aliviar la carga de los padres ni para aprovechar el tiempo libre de los hijos; son para hacerlos más fuertes para enfrentar la vida.
Los realiza cada hijo, siempre y todos los días:
- Hacer su cama.
- Ordenar la habitación y el baño.
- Ordenar sus juguetes, ropa y escritorio.
- Avisar los desperfectos de su ropa y pedir ayuda para arreglarlos (coser el botón, comprar un parche para el pantalón).
- Sí come fuera del horario familiar, limpiar lo que se ensució, lavar y guardar.
- Apagar las luces que no se usan.
- Guardar el vídeo que vio, el disco que escuchó, el diario que leyó.

Tareas diárias para los hijos
Se distribuyen entre los hermanos y pueden cambiarse a la semana o cada quince días.
- Ayudar a confeccionar el menú de comidas.
- Poner y sacar la mesa.
- Poner el pan y el agua, el jugo.
- Aliñar las ensaladas.
- Ayudar con el aseo (en una tarea concreta: vaciar los basureros, pasar el paño de sacudir, pasar la aspiradora...
- Contestar el teléfono.
- Regar las plantas.
- Ordenar las sillas.
- Poner el canasto de la ropa sucia y luego llevarlo al lavadero.
- Apagar luces y poner llaves a las puertas.
- Regar el jardín.
- Cuidar y alimentar al perro, gato o canario.
- Recoger el correo.
- Bajar y subir persianas.
- Organizar la cocina.

Encargos semanales para los niños
También se distribuyen entre los hermanos, pero como no hay que hacerlos todos los días, son de más larga duración:
- Sacar la basura.
- Poner papel higiénico en los baños.
- Juntar diarios o botellas viejas para desechar.
- Revisar lo que falta en la despensa.
- Hacer el menú semanal.
- Distribuir la ropa del planchado sobre cada cama.

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