domingo, 22 de mayo de 2011

Receta infantil: Bocadillos de banana split

Ya sea para una fiesta infantil o para una reunión informal con l@s pequeñ@s, ésta receta les encantará, es práctica, fácil y sobre todo, deliciosa. Gracias a bakersroyale.com (donde la pueden encontrar en inglés). Bon appetit!

El Banana Split es uno de los helados más populares y conocidos… Hecho con plátano, helado, nata montada (o crema chantilly) y diversos toppings hace la delicia de todo el que lo prueba.

Sí es, sin embargo, un helado que llena mucho por todos sus ingredientes, por lo que esta variante de Bocaditos de Banana Split nos ha gustado mucho para una fiesta de cumpleaños. Con uno o dos de estos pequeños bocaditos de helado cada niño quedará encantado y saciará su apetito por los dulces.

Como pueden ver, la presentación no puede ser más espectacular, por lo que les aseguro que también los mayores quedarán impresionados cuando los saquen y seguro que se apuntan a probar ésta particular versión del banana split.

Bocadillos de Banana Split
Ingredientes:

Plátanos (cantidad en función de los invitados)
Helado de vainilla o del sabor que más nos guste
Chocolate de cobertura
Chispas de chocolate o almendras picadas
Nata montada (crema chantilly)
Cerezas en almíbar

Preparación:

Cortamos la base de los plátanos y luego hacemos secciones de 2,5 cm. Dejamos la piel para manejarlos mejor, y con una cuchara pequeña cavamos un pequeño agujero en el centro de cada sección del plátano.


Derretimos el chocolate en el microondas y sumergimos la parte inferior del plátano en ese chocolate derretido, sumergiéndolo luego en cualquier tipo de adorno como chispas de chocolate, almendras o cacahuetes picados, etc. Para endurecer el chocolate rápidamente colocamos los plátanos en el congelador durante 5 minutos.

Cuando vayamos a servir, llenamos cada hueco con helado y cubrimos con nata montada y una cereza en almíbar.
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miércoles, 18 de mayo de 2011

Esas idas al doctor

Su hij@ está enferm@, hay que ir al doctor inevitablemente, pero en cuanto pregunta a dónde van y le contestan que al doctor, se desata el llanto y el temor. No parece haber una manera de calmarl@ y entre llantos, gritos desaforados y pataletas, por fin es subido al vehículo y en el larguísimo camino a la consulta, su hij@ no hace más que sufrir y usted con él. Algunos padres se pueden sentir frustrados por no poder evitar ésta situación. En seguridadinfantil24x7 nos preocupamos por l@s pequeñ@s y los padres, así que gracias a pbs.org podemos compartir un gran artículo muy útil en estos casos:

¿Cómo hablar con l@s niñ@s sobre la salud?

¿Corren sus hijos lejos cuando usted dice: "Es hora de ir al doctor"? ¿Tiene usted que perseguirlos y se pregunta si hay alguna otra manera de hacer más fácil la ida al doctor?

Los pediatras, los dentistas, los médicos de cabecera y los psicólogos recomiendan algunas estrategias básicas de comunicación que permiten preparar a los niños para una visita, como las siguientes: Sea breve. Sea positivo. Sea juguetón. Sea honesto de acuerdo con la edad del niño. Asuma el control. Y manténgase en calma.

El hablar mucho por adelantado sobre la ida al doctor o al dentista no es algo realmente recomendable. "Usted tiene que ver la señal o reacción del niño, pero mientras más la discuta, más complicado se puede convertir el asunto", observa la Dra. Kathie Teets Grimm, Profesora Asociada de Pediatría en el Centro de Defensa en pro de la Niñez de Manhattan (Associate Professor of Pediatrics at the Children's Advocacy Center of Manhattan). A los niños se les debe preparar brevemente si van a pasar por un procedimiento doloroso. Sin embargo, usted podría tocar el asunto muy brevemente de camino al consultorio médico evitando así que su hijo tenga que vivir previamente una experiencia dolorosa.


Los dentistas pediátricos, como el Dr. David Levine de la Ciudad de Nueva York, hace un análisis similar. "La memoria de los padres no concuerda con la realidad de los niños de hoy. Un padre puede entrar y decir que su hijo está asustado de ir al dentista, pero en realidad es el padre quien está asustado. La odontología ha cambiado con los años de manera muy positiva. Los niños pueden estar seguros por adelantado de que las visitas al dentista serán cómodas y placenteras."

Los siguientes consejos pueden ayudarle a usted y a su hijo a sentirse mejor respecto a las visitas al doctor, al dentista e
incluso al hospital. La mayoría de estas estrategias van dirigidas a niños menores de 8 años. Sin embargo, los principios se aplican a niños de todas las edades (e incluso a los padres) quienes pueden tener temor de la visita.


Trate estos consejos para preparar a los niños y conseguir que salgan de la casa sin mayor problema:

* Sea breve. El hablar mucho o en forma demasiado explícita sólo puede hacer que el niño se asuste. Infórmele al niño pequeño que van a ver al doctor o al dentista, la mañana de la visita, o aún mejor, en el camino. A un niño mayor se le puede preparar desde la víspera, pero mantenga la conversación breve.

* No se centre en el dolor por adelantado. Muchos niños ya asocian las idas al doctor con el hecho de que les pondrá una inyección. Si usted le dice al niño (con la mejor intención): "Vas a ir al doctor (o al dentista) y te prometo que no te dolerá", esta expresión solamente reforzará la asociación entre el dolor y el doctor.

* Sea honesto. Si usted dice al niño que no le van a poner una inyección, pero luego sí se la ponen, entonces él se sentirá engañado. Él puede en consecuencia oponerse a ir al doctor la siguiente vez. Si su niño pregunta, usted podría decir: "No sé si te pondrán una inyección. Si lo hace, sentirás solamente como un pequeño pellizco".

* Describa lo qué le puede suceder. Si su hijo pregunta: "¿Me dolerá?", respóndale de manera apropiada a su edad, pero no mienta. El dolor imaginado puede lastimar más que la realidad, porque provoca gran ansiedad. Usted le puede decir: "No sé. Le preguntaremos al doctor tan pronto lleguemos a su consultorio". (Para las explicaciones específicas, consulte el Diccionario Médico para Niños).

* Adopte una actitud de ofrecer consuelo y tranquilidad. Recuerde a los niños, cualquiera que sea su edad, que usted estará allí para consolarlos. Deje que su hijo le hable de sus temores. Ofrézcale una perspectiva con declaraciones del tipo: "Yo sé que puedes estar asustado. El doctor te ayudará a que te sientas mejor o vamos al doctor para que nos diga ¡qué tan sano estás!". Usted podría mostrarle al niño su cartilla de crecimiento o el registro que lleva el doctor para demostrarle su crecimiento.

* No negocie el hecho de ir a ver al doctor. Si usted deja que la cita se convierta en objeto de una negociación, usted podría ver que esta escena se presenta repetidamente. Si su hijo se niega a ir, reconozca sus sentimientos, pero separe el sentimiento de lo que es el comportamiento del niño. Usted podría plantearlo así: "Entiendo que tú no quieras ir al médico, solamente que eso no cambia el hecho de que tenemos que hacerlo ahora mismo".

* Ofrezca incentivos en vez de recompensas. Los doctores reconocen que muchos padres utilizan el soborno para conseguir que los niños acepten salir de casa, pero la mayoría recomienda seriamente que los padres NO basen las recompensas en el buen comportamiento. "Al decir: 'no grites' o 'si tu te portas bien con el doctor, le compraré un juguete', se crea una expectativa irreal," dice el Dr. Benjamin Kligler. "Puesto que es probable que su hijo se comporte mal en el consultorio del doctor o que llore, el decirle que no lo haga solamente puede frustrar a su hijo y a usted." En cambio, el Dr. Kligler le sugiere que le ofrezca un incentivo como por ejemplo, hacer alguna cosa divertida después de la visita, algo que usted pueda realizar sin importar la manera cómo se haya comportado el niño.

* No utilice las idas al doctor como castigo. "He sido testigo de cómo muchos padres dicen a sus hijos: "Si no te portas bien, te llevaré de vuelta al doctor y te va a poner una inyección". O bien: "Si no dejas de llorar, te llevaré al doctor", informa el Dr. Grimm. Esto solamente hace que los niños tengan más miedo de las visitas al doctor.

* En casa, juegue o represente una ida al doctor y al dentista. Juntos ustedes pueden fingir que escuchan el corazón y los pulmones de su hijo y que examinan sus dientes. Deje que su hijo le haga también un examen. Anime a su hijo para que lleve al doctor su animalito de peluche favorito a su propio chequeo.

* Lean juntos libros. Algunos libros que se sugieren para los niños pequeños son: Los Osos Berenstain Van al Doctor, Elmo Va al Doctor, Madeline, y George el Curioso Va al Hospital.

Intente estos consejos provechosos en el consultorio y después de que se vayan:

* Manténgase en calma y sea positivo. Guarde sus preocupaciones y manténgase bajo control, particularmente si su niño está gravemente enfermo o lesionado. Los niños captan las señales de la manera cómo reaccionan sus padres ante su enfermedad. "He observado a muchos padres que transmiten inconcientemente su angustia a los niños. A veces, los padres transmiten mucho miedo en una situación que de por sí es crítica. Algo de esta comunicación es verbal, y algo no es verbal", concluye el Dr. Benjamin Kligler.

* Converse sobre lo que usted ve en el consultorio. Mire a su alrededor, identifique y comente sobre lo que usted ve. En muchos consultorios de médicos y dentistas usted puede encontrar modelos en tercera dimensión del cuerpo humano y de la boca. El jugar con estos modelos puede ser educativo y calmante, ya que disminuye la ansiedad asociada con la visita.

* Mantenga a los niños cerca de usted. Sostenga a su hijo pequeño en su regazo el máximo tiempo que pueda durante el examen del doctor. Pida que su dentista le asigne un lugar lo más cerca posible de su hijo. (Pero si se puede, que su hijo no le oiga hacer esta petición.)

* Acepte los sentimientos o emociones que embargan a su hijo. Los doctores y los dentistas esperan que los niños se alteren. No se sorprenda entonces ni se avergüence tampoco si su hijo tiene un ataque de llanto o haga una rabieta. No culpe a su hijo ni haga que se avergüence por sentirse de esta manera.

* Pida al doctor o al dentista que explique lo qué va a hacer. Es útil pedir una explicación ANTES DE QUE comience un tratamiento, para que su hijo esté preparado. Además, usted podría preguntarle al médico o al dentista que le haga una demostración del procedimiento por adelantado o que deje que su hijo juegue con un equipo seguro para él.

* Haga algo divertido cuando termine la visita. Una parada en el parque zoológico, un momento juntos leyendo su libro preferido o una ida a tomar un chocolate caliente pueden añadir un final feliz a la visita al doctor o al dentista. Si usted convierte esto en una práctica habitual, puede ser que los niños incluso lleguen a anhelar el acontecimiento futuro -o por lo menos desear lo que viene después.
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martes, 3 de mayo de 2011

Enfermedades comunes: Dolor abdominal

Dolor abdominal o de estómago, cólicos, constipación... cuándo y cómo saber de qué se trata? qué los diferencia? Gracias a pediatraenlinea.com podemos darnos una idea de la gravedad de la situación cuando uno de nuestr@s pequeñ@s se queja.

Es extremadamente importante tener la opinión de un especialista, y sobre todo, no esperemos a que se vuelva algo grave o se nos haga fácil darle el medicamento que alguien más nos recomendó.

Dolor Abdominal en el niño

¿Que tan común es el dolor abdominal en los niños?
El dolor abdominal crónico (más de 3 meses de duración) o recurrente es una de las causas más comunes por la cual los padres buscan atención médica.

¿Cuáles son las causas más frecuentes causantes de dolor abdominal?
Muchas son las causas que ocasionan dolor abdominal pero es frecuente NO encontrar una razón médica que lo origine. Cuando se llega a encontrar una de las causas más frecuentes es constipación. Otras posibles causas son:


Intolerancia a la lactosa

Reflujo gastroesofágico y rara vez gastritis o úlceras.

Infecciones urinarias

Cualquier problema de los órganos abdominales (inflamación o tumor)


¿Cuándo debe ser motivo de preocupación el dolor abdominal?
Por lo general los niños con dolor abdominal recurrente no tienen signos ni síntomas asociados y continúan creciendo y desarrollándose normalmente. Posibles señales de alarma son las siguientes:


Pérdida de peso

Fiebre

Diarrea

Evacuaciones con sangre

Evacuaciones muy obscuras o blanquecinas

Síntomas urinarios

Falta de apetito

Palidez

Fatiga

¿Qué exámenes se deben de llevar a cabo en un niño con dolor abdominal recurrente?
Cuando el Pediatra valora al niño por dolor abdominal, puede indicarle diversos estudios como radiografías, exámenes de sangre y orina. Cuales de ellos y con que frecuencia va depender de del caso en particular. Por lo general cuando el niño se encuentra creciendo normalmente y no tiene síntomas ni signos de alarma, los exámenes que pudiera llegar a requerir son mínimos.

¿Qué es Apendicitis?
A diferencia de el dolor abdominal recurrente funcional secundario a constipación el cual puede durar meses, la apendicitis tiene un inicio repentino de dolor en la parte central del abdomen alrededor del ombligo y después se localiza en la parte inferior derecha. Existen otros signos específicos (de irritación peritoneal) que el pediatra puede encontrar en la exploración física. Si sospecha que su hijo(a) tiene apendicitis, busque atención médica inmediatamente.

¿Qué se puede hacer con respecto a la constipación?
Frecuentemente los padres se sorprenden que la causa identificable más frecuente es la constipación. En muchos caso, ni siquiera los padres saben o sospechan que sus hijos están constipados. El dolor abdominal debido a constipación es debido al intestino sobrecargado de materia fecal y que no se vacía adecuadamente. La materia fecal ejerce presión en el intestino del niños y produce dolor tipo cólico. Por eso el dolor disminuye cada vez que van al baño. Una vez que se hace el diagnóstico de constipación se confirma, el tratamiento es relativamente sencillo.

¿Puede la intolerancia o la alergia a la leche de vaca ocasionar dolor abdominal?
El dolor abdominal es el síntomas más común de la alergia a la leche. Por otro lado la intolerancia la lactosa puede ocasionar dolor abdominal recurrente. En la mayoría de los casos está asociada a diarrea o gases. Sin embargo, la intolerancia a la lactosa puede presentarse solamente como dolor abdominal. La intolerancia a la lactosa es un problema en donde los niños o los adultos no pueden digerir el azúcar de la leche (lactosa).

¿Si la causa de el dolor abdominal no se encuentra?
Cuando una causa médica o bien no se encuentra como causante de el dolor abdominal, se dice que el dolor abdominal es idiopático o funcional. Una vez que una causa médica se descarta, problemas sociales que ocasionan estrés tales como la escuela o la familia (problemas familiares como divorcio o separación) necesitan estudiarse como posibles causas de el dolor. La manera en cómo se comporta el dolor puede ser de mucha ayuda. Por ejemplo, si el dolor abdominal del niño es peor entre semana, y ausente durante los fines de semana o el verano, esto es sugestivo de estrés relacionado a la escuela. Si después de un estudio detallado de todos estos factores resultan como responsables, el tratamiento se debe enfocar hacia cómo enseñar a ese niño a manejar el estrés. Dependiendo de las circunstancias, puede requerir de la ayuda de otros profesionales como psicólogos o maestros.
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domingo, 1 de mayo de 2011

receta infantil: Nido de pasta

Qué preparar hoy para mi hij@ que se ha vuelto muy difícil para comer sanamente? en seguridadinfantil24x7 te damos una excelente opción con ésta receta que encontramos en craftymoods.com (go to their site for recipe in english) que se ve realmente deliciosa y lo mejor de todo, atractiva para nuestr@s pequeñ@s. Nutritiva y fácil de preparar. Pruébenla! y bon appetit!


Ingredientes:
Espagueti cocido (para nuestro nido)
Albóndigas preparadas (nuestros polluelos)
Ojos de dulce que podemos encontrar en tiendas para pastelería
Zanahoria o naranja (para el piquito)
Rama de apio con todo y hojas

Básicamente cociné el espagueti, escurrí y puse de lado. Agregué una cucharadita de mantequilla para evitar que se peguen. Mezcla bien. Usa tus manos para tomar una buena porción de espagueti y ponerlo en el plato en forma circular. No uses demasiada mantequilla porque no quieres que el nido se aplane.

Usa una receta básica para preparar las albóndigas:
1/2 kilo de carne molida de pavo
2/3 de taza de pan molido
1/4 de taza de leche entera
1/4 de cucharadita de sal
1/2 cucharadita de salsa Worcestershire
1 huevo

Mezcla todo y crea bolitas de carne de 1 1/2 pulgadas y fríelas en aceite abundante. Usa calor medio. Fríe alrededor de 10 minutos y voltéalas para que sean 20 minutos de cocción. Abre un poco para estar segura de que está totalmente cocida.

Usa un cuchillo con punta para hacer el espacio donde pondrás los ojos. Toma un poco de cáscara de naranja (o pedacito de zanahoria) en forma triangular para la nariz e insértala en la albóndiga. Y listo!

Sirve un poco de tu salsa favorita por un costado o viértela sobre el espagueti y luego coloca los "polluelos" encima.
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